sábado, 31 de octubre de 2015

UNA FUTURA ENFERMERA INDIGNADA

Hola a todos de nuevo ¿Cómo habéis estado?
Seguramente habréis pensado que me fui de vacaciones a una exótica isla a desconectar del mundo, pero para desgracia mía no ha sido así. En lugar de estar medianamente relajada con los quehaceres diarios, me he encontrado con unas semanitas horrorosas y agobiantes. Y es que ha sido acabar una semana con 400 cosas que hacer, y nada más empezar la siguiente veo que tengo otras 400 cosas más pendientes.
A todo este estrés hay que sumarle un sutil estado de mal humor que lleva apoderándose de mí estos últimos días. Y es que no es nada agradable tener este post preparado para el domingo anterior, enfocado desde otra perspectiva, no poder publicarlo a su debido tiempo, tener que editarlo de nuevo, y no saber cuándo iba a poder hacerlo. Pero lo peor del caso no es solo el post: para rematar la faena y hacer que suba por las paredes literalmente, al maravilloso gobierno de este país no se le ocurre otra cosa que aprobar un Real Decreto de prescripción enfermera que no hace otra cosa que poner por los suelos a la profesión.
Vamos a ver, ¿a qué viene esto? La Enfermería no es una disciplina que lo haya tenido precisamente fácil a lo largo de todos estos años, y cuando medianamente se iba avanzando, van y mandan todo el esfuerzo al cubo de la basura.
Es que, literalmente me están diciendo que estoy invirtiendo 4 años de mi vida estudiando para que a día de mañana, cuando desempeñe mi trabajo, no tenga prácticamente NADA de autonomía en el día a día.
Y no solo eso es lo peor. ¿Qué hay de los usuarios del sistema sanitario? Si ya los pacientes tenían las cosas peor que en el hundimiento del Titanic, ahora van a tenerlas, como mínimo, a la altura de The Walking Dead; pues ellos también sufrirán las consecuencias de esta atrocidad.
Sinceramente, creo que lo mejor va a ser tomarse todo esto con humor, como si de una broma pesada de Halloween se tratase, y luchar por nuestros derechos como futuros enfermeros. No podemos tirar la toalla y hay que tener esperanza en que todo esto se arregle y salgan las cosas a nuestro favor.

Sin nada más que añadir, nos vemos en el siguiente post. ¡Hasta la próxima!

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